Un perro de cualquier tamaño debe estar afuera al menos dos veces al día. Para razas pequeñas, tres salidas de media hora son suficientes; para perros grandes, deberían ser mucho más largos (alrededor de una hora). Permiten que el perro realice sus necesidades y se desahogue. Por tanto, es necesario poder pasearlo por lugares sin demasiados riesgos para él (lejos de las vías de circulación, por ejemplo) y donde sea aceptado sin correa. ¡Cada fin de semana, una gran caminata de dos horas le permitirá al perro realmente romper su ritmo diario en parques o bosques donde encontrará un nuevo entorno y otros congéneres!

Estos ejercicios obviamente se modularán de acuerdo con la edad del perro: un cachorro joven requerirá muchas salidas cortas, mientras que los perros viejos o enfermos se contentarán con caminatas higiénicas dos veces al día. A su regreso, el perro debe ser inspeccionado sistemáticamente.

Las piernas

En verano, es especialmente importante comprobar que las almohadillas no han sido dañadas por ningún objeto cortante o cortante (zarzas, trozos de cristal, etc.). También es necesario comprobar que no se haya hundido una espiguilla en los espacios interdigitales. Procedentes de las gramíneas, y por tanto de la mayoría de las plantas de los pastizales, las espiguillas aparecen en forma de arpones microscópicos que se clavan en los tejidos que encuentran y crean lesiones graves. En invierno, si el perro ha paseado por lugares nevados, el riesgo de que se le agrieten las almohadillas es elevado debido a la agresividad de las sales depositadas en los caminos. Luego es necesario enjuagar las patas con agua tibia.

Orejas

Son el lugar predilecto de las espiguillas. Luego, estos deben retirarse del canal auditivo (si ya llegaron allí) con unas pinzas. Esta delicada maniobra suele ser dolorosa, la visita al veterinario es imprescindible en este caso.

El abrigo

En verano, si al perro le gusta bañarse, conviene aclararlo. Ya sea en un río o en el agua del mar, las partículas se depositan en el pelaje del perro y pueden ser irritantes. Un enjuague completo elimina estas partículas. El pelaje puede estar manchado con alquitrán. Por ello es importante no intentar eliminarlo con productos derivados del petróleo que son altamente tóxicos. Todo lo que tienes que hacer es cubrir las manchas con aceite vegetal y bañar al perro después de esperar unos minutos para que el aceite disuelva las partículas de alquitrán.

En invierno, es posible cubrir al perro con un abrigo si hace demasiado frío. Sin embargo, la mayoría de los perros pueden soportar bastante bien los rigores del invierno (aparte de los perros desnudos) y, si están acostumbrados a estar cubiertos, serán menos capaces de soportar salir sin abrigo nuevamente.