¡Elegir la bolsa transportadora adecuada para perros es fundamental!
La naturaleza del viaje en tren con tu perro depende... ¡de su peso! La normativa de la SNCF es muy clara: un perro que pese menos de 6 kg debe llevarse en una bolsa de transporte. Se puede sacar, siempre que se mantenga atado. Puedes instalarlo a tus pies, o incluso de rodillas. A su amo le costará unos treinta francos mantenerlo con él. Para un perro de más de 6 kg, el precio del transporte es equivalente a un billete a media tarifa en segunda clase. Para dos perros o más, cuesta un boleto de segunda clase de tarifa completa por perro. Los billetes para el amo y el(los) perro(s) deben tomarse al mismo tiempo y sellarse antes de la salida.
En teoría, el perro debe ir atado y con bozal. Si es prudente, los controladores pueden aceptar que no pongamos el bozal. Sin embargo, es preferible llevar uno, para estar preparados ante cualquier eventualidad. Está prohibido que el perro se siente en los asientos: debe estar a los pies de su amo. Para perros grandes, es mejor reservarles un lugar cerca de la puerta y atarlos a la consigna, de lo contrario quedarán muy mal instalados entre los sillones. En los trenes de compartimentos, el perro puede acompañar a su amo en uno de ellos, si ningún otro pasajero se opone. En caso de negativa, el amo y el perro deben permanecer en el pasillo. Algunas razas están prohibidas en el transporte público (Pit-bull, Boerbull, similar Mastín, similar Tosa) y otras deben llevar bozal (Tosa, American Staffordshire Terrier, Staffordshire Bull Terrier, Rottweiler y similares).
En general, los perros toleran bien los viajes en tren, un medio de transporte tranquilo, estable y con aire acondicionado. Los casos de cinetosis son extremadamente raros. Sin embargo, evite alimentarlo justo antes de la salida y ¡déle un "pequeño descanso" de antemano! Proporcione también una botella de agua y un cuenco, sabiendo de antemano lo que el perro puede beber antes de "olvidarlo". Para comodidad de todos, nos encargaremos de calmar a su perro si se queja, si está nervioso... A veces un poco de sedante o un pequeño abrazo pueden ayudarte (y a él también) a tener un buen viaje.